Jose Bolado
Inauguración del alumbrado eléctrico
El primer jueves del mes de octubre de 1895, se inauguró en Llanes la primera fábrica de luz eléctrica, de la que eran propietarios don Federico Bernaldo de Quirós y Mier -después Marqués de Argüelles-, y los hermanos don Román y don Manuel Romano Mijares, estableciéndose la central en un pequeño edificio provisional frente al antiguo lavadero cubierto.
Bendijo las máquinas el ya entonces anciano párroco, don Tomás del Cueto Vallado, asistiendo el Alcalde don Egidio Gavito Bustamante; el primer Teniente de Alcalde, don Juan Gómez Cué; el secretario del Ayuntamiento, don Eleuterio Madiedo de la Vallina y las demás autoridades y personas de relieve de la Villa.
Cuando en el teatro de Llanes, hace tiempo desaparecido, se inauguró el alumbrado eléctrico, actuaba en él la compañía de Recio, poniendo en escena el día que cesaron de alumbrar los quinqués de petróleo, “El rey que rabió”.
A principios de 1896 el Ayuntamiento suscribió contrato con aquella empresa por diez años y 2.500 pesetas cada uno de ellos.
Constituyó un gran acontecimiento el ver las calles de nuestra Villa alumbradas eléctricamente, pues hasta aquella fecha sólo existían un par de docenas de grandes y antiestéticos faroles en cuyo interior había unos viejos depósitos de hojalata para petróleo.
Pero esos faroles, que cuidaban y arreglaban los tres serenos municipales mediante una subvención unas veces, y otras por contrata, sólo se encendían en las noches que según el calendario no había luna sobre el horizonte llanisco o ésta aparecía cuando la noche iba muy avanzada.
Compárese en materia de alumbrado aquellas lejanas épocas con la forma en que hoy se hace este servicio y siempre resultará que, con todas sus deficiencias, Llanes es hoy una gran ciudad.
(Vicente Pedregal)
